GRUPO N&C
Arquitectura
Urbanismo
La razón por la que este espacio no se había construido es su gran pendiente natural; el crecimiento espontáneo de los asentamientos adyacentes se fue conformando en las áreas más planas y con menor riesgo de derrumbamiento por la fuerza del agua, en épocas de lluvia. Para la correcta implementación del edificio de la biblioteca, el proyecto incorporó unas explanadas urbanas que se extienden en el mismo sentido de la quebrada y van tomando sus bordes y los desniveles existentes con la calle y con el resto del área. Estas terrazas, conformadas por planos de césped y planos duros, provistas de mobiliario urbano, acompañan el perfil natural del terreno y atraviesan longitudinalmente el edificio de la biblioteca. Conformada por dos bloques paralelos entre sí y dispuestos en el mismo sentido que la quebrada y las terrazas, la biblioteca forma parte del paisaje, integrándose al entorno verde con una serie de espacios interconectados, abiertos y cerrados.
El espacio longitudinal creado entre los dos bloques de la biblioteca funciona como corredor verde de carácter ambiental, que utiliza y potencia la ventilación natural. El aire que sube desde el río es apropiado por este espacio lineal y, adicionalmente, refrigerado por medio de un espejo de agua que bordea la biblioteca en el nivel más bajo del sitio; este acondicionamiento natural del aire se aprovecha para los diversos espacios que se desarrollan entre los bloques.
Con la incorporación de las terrazas urbanas, el proyecto conecta una calle superior y una inferior, que delimitan el lote de fuerte pendiente. Estas plataformas funcionan, además, como anfiteatro para las funciones públicas al aire libre, de diferente índole; cuando se proyectan películas, uno de los muros de la biblioteca hace de pantalla y, en el lado opuesto, por detrás de estos nuevos planos urbanos, la gente se congrega en las casitas existentes, cuyos techos y balcones sirven como palcos espontáneos.

